martes, 6 de diciembre de 2011

Armaduras en los ejércitos bizantinos del siglo X

Hola a todos,

Para no variar de tema, tanto esta entrada como la siguiente las destinaré al equipo con el que combatían los bizantinos a finales del primer milenio. Hoy toca hablar de armaduras, dejando el resto del equipo para la semana que viene.

Gracias a placas, dípticos, mosaicos y algunos restos materiales encontrados en la actual Turquía, disponemos de un amplio conocimiento de la proteción con la que contaban los soldados bizantinos, sin contar con las descripciones que proporcionan los detallados manuales militares de la época. Existían tres tipos de coraza básicos: la cota de mallas, la armadura de escamas y la de placas.

- La armadura de placas era la predominante. Se componía de pequeñas planchas rectangulares de metal (normalmente de hierro) enlazadas en filas mediante tiras de cuero que encajaban en pequeños agujeros hechos al efecto, de forma que las placas se superponían unas sobre otras ocultando las juntas. La coraza resultante se denominaba kibanion, nombre que surge del latín clibanarius, que designaba a uno de los combatientes de caballería pesada del bajo imperio. Normalmente esta coraza se realizaba sin mangas y protegía sólo hasta la cintura, aunque se han documentado algunas variantes que incluyen protección para la parte superior de los brazos. Igualmente, se han descubierto referencias a armaduras de placas que llegaban hasta las rodillas en manuscritos del siglo XI, aunque son muy raras. Como protección para los brazos y la parte baja del cuerpo se añadían pteruges, compuestas por cintas de cuero o metal.



- La armaduras de escamas, muy parecida a la anterior aunque realizada con medallones de metal en lugar de placas, resultaba poco flexible e incómoda. Cubría el torso y se presentaba siempre sin cobertura en los brazos. La técnica de su construcción era similar a la de las placas aunque, a diferencia de las placas (en las que las filas de abajo se superponían a las de arriba) la superposición se hacía al revés, de forma que las superiores se sobreponían a las filas inferiores.

- La cota de malla se denominaba zabai, o lorikia (del latín lorica) era poco común, pese a su extensión en la zona occidental de Europa. Normalmente llegaban hasta la rodilla, y disponían de mangas hasta el codo o la muñeca, combinadas normalmente con capuchas de cota de malla para cubrir la cabeza. En ocasiones se sumaba a las armaduras de placas, llevándose debajo como protección adicional. Tal vez la escasez en su uso se debiera a las mejores condiciones sanitarias existentes en Bizancio respecto de Europa, donde el simple concepto de hospital era desconocido. Las cotas de malla, pese a lo que muchos creen, no servían como protección integral, puesto que resultaban fáciles de atravesar con la espada y no eran útiles contra mazas o martillos. Su utilidad descansaba en que resultaban una protección magnífica contra los pequeños cortes que se producen en los combates, heridas que, si bien no causaban la muerte al ser poco profundas, se infectaban con facilidad en el insalubre ambiente de la Edad Media.

- Por último, existían también coseletes de cuero, algodón prensado o lana, de hasta dos dedos de espesor y que recibían varios nombres, como epilorikion (usado por la caballería), kabadion y bambakion. Se hacían con mangas y algunos de ellos con capuchas del mismo material. Se utilizaban en solitario o en conjunción con la armadura de placas, como protección adicional contra las flechas.

Para antebrazos y parte baja de las piernas existían protecciones como grebas o brazales, tanto de metal como de cuero, aunque se llegaron a realizar también en madera. Las altas botas usadas por los soldados también aportaban algo de protección pues serían estar acolchadas por medio de un segundo forro de cuero. Para el caso de la caballería pesada se utilizaban igualmente guantes de cuero recubiertos de cota de malla.

Y eso es todo por ahora.

Un saludo

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