sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Hola a todos,

Quería dedicar esta entrada a felicitaros la Navidad. Espero que paséis muy buenas fiestas y que el nuevo año os traiga un montón de alegrías.

Un saludo

lunes, 19 de diciembre de 2011

Nueva novela en Amazon: República

Hola a todos,

Pues eso, que después de marear mi novela República en no sé cuantas editoriales con más silencio que los maitines de un convento, me he decidido a sacarla como e-book en Amazon, aprovechando que ya está en España y que el Pisuerga pasa por Valladolid.

Estoy revisando la novela para darle el formato adecuado, y he hablado con mi cuñado para que me haga una portada para el libro, porque yo dibujando no paso de hacer palotes. En estas fechas no creo que avance mucho, por lo que no espero tenerla en la tienda antes de enero.

No era yo de los que pensaba en autopublicar y, de hecho, no creo que venda más de un centenar, pero bueno, me servirá de experimento sobre lo que algunos dicen que es el futuro (publicar en web prescindiendo de editoriales)

Aún estoy pensando el precio, pero me estoy decantando por 1,49 euros.

Respecto a la novela, se trata de un género distinto a lo habitual, ya que no es histórica, sino más bien ciencia ficción, aunque en realidad es una crítica de la sociedad actual. Los que lo han leído han acabado encantados, aunque algún fallo debe tener cuando ninguna editorial apuesta por él. Supongo que el tema (lo más parecido sería '1984') no es comercial.

En fin, para mis futuros lectores aquí dejo una sinopsis: Se admiten comentarios sobre la misma (interesante, bodrio, no la quiero ni regalada, etc.) cualquier opinión (mala y buena) es bienvenida.

Un saludo


En un futuro lejano, la sociedad se rige por medio de la verdadera democracia. Violencia y religión han sido proscritas, las guerras forman parte del pasado y tanto el progreso como la corrección política dominan la vida de los ciudadanos.


Olvidado por una sociedad que desprecia su pasado, el último museo de historia contempla cómo sus salas se van vaciando de visitantes, a medida que la sociedad va perdiendo sus raíces. Andrés, uno de los cuidadores del museo, ve como la inútil burocracia consume el poco tiempo que le queda antes de la jubilación, hasta que un enigmático joven, deseoso de aprender sobre el pasado, se cruza en su camino haciendo renacer su ilusión por la historia. En la búsqueda de la comprensión por los antiguos valores ya perdidos, maestro y alumno van desgranando los problemas que subyacen bajo la aparente sociedad perfecta, reflejo de la nuestra, descubriendo poco a poco la oscura realidad que se esconde tras la idílica cortina de progreso y democracia.

Al mismo tiempo, las intrigas políticas que se desarrollan en el marco de unas corruptas y reñidas elecciones, en las que despiadados miembros del gobierno buscan una nueva forma de manipular a la opinión pública para mantenerse en el poder, forjan una trama paralela que, finalmente, chocará de manera brusca con el propio museo de historia y cuantos en él trabajan, en una espiral de sucesos que pueden dar un vuelco a la democracia y a toda la sociedad.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Armamento de los ejércitos bizantinos del siglo X

Hola a todos,

Para finalizar con el repaso de la milicia en el Bizancio del siglo X, veamos un poco qué clase de armamento portaban los ejércitos bizantinos de aquella época.

Los escudos variaban en forma y tamaño. El más común para la infantería pesada era el skuta, oval y de tres o cuatro pies de largo, aunque algunos portaban otro circular de 70 cm. de diámetro, el thureos, igual al utilizado por la caballería. Sin embargo, la infantería ligera usaba uno muy pequeño, de apenas 28 cm. de diámetro, al igual que los arqueros a caballo, que no podían usar uno más grande debido a sus arcos. Hacia finales de siglo aparecen los llamados escudos triangulares, más grandes los de infantería que los portados por los jinetes.



En cuanto al armamento en sí, las armas básicas del soldado bizantino eran la espada y la lanza (kontos ó kontarion). La lanza, de poco más de 3 metros de largo para la caballería y algo más para los infantes, se había adaptado de los sármatas y alanos. Se combinaba en ocasiones con la jabalina (verutta, akoution y menaulion) o, para la caballería pesada, con los dardos de punta de plomo.
La espada (spathion) medía 85 cm. y se llevaba en una funda en el lado izquierdo de la cintura, aunque existía otro tipo de espada menos común, una especie de sable de un único filo, el paramerion. También se utilizaba el hacha y la maza, aunque eran raros para los bizantinos y se utilizaban sobre todo en unidades de mercenarios como los varengos. La maza era a veces utilizada por la caballería, como arma secundaria, mantenida en una funda de cuero atada a la silla.

El arco y la honda eran las armas de alcance más comunes. El arco era de tipo compuesto, de poco más de un metro de largo, probablemente adoptado de los hunos. Se utilizaba indistintamente por la caballería y la infantería, aunque entre los infantes su uso declinó rápidamente, mientras que en la caballería, la mayor parte de los arqueros eran mercenarios asiáticos. Se intentó reorganizar la caballería pesada de forma que dos de cada cinco hombres fueran arqueros, abandonando las lanzas, pero la posterior introducción de hondas (spendone) entre los jinetes en lugar de arcos da pie a pensar que la arquería en los bizantinos resultaba bastante ineficiente.



Dentro de los manuscritos de la época se habla de un tercer tipo de arma de alcance, conocida como solenarion. Aún se discute a qué corresponde, aunque la mayor parte de los bizantinistas hablan de ella como una especie de ballesta, puesto que se relaciona con flechas cortas conocidas como menai. Se las consideraba un arma muy efectiva, pues la velocidad de las flechas era suficiente para traspasar armaduras y poseía un gran alcance. Utilizada por tropas de infantería ligera, desaparece del campo de batalla a finales del siglo X para reaparecer de nuevo a principios del siglo XII tras el contacto de bizantinos y normandos.

Finalmente, un arma mencionada muchas veces en las crónicas en relación con con la guardia palaciega es la rhomphaia, que genera tanto debate como el solenarion. Aunque los tratados militares bizantinos suelen ser detallistas y exhaustivos, no existe una referencia sobre la forma de este arma, por lo que existe discrepancia sobre si se trataba de una espada de distinta longitud de las clásicas para el ejército de campo, o si se trataba de una especie de falcata, de filo curvado y  un único filo.

Y eso es todo por hoy

Un saludo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Armaduras en los ejércitos bizantinos del siglo X

Hola a todos,

Para no variar de tema, tanto esta entrada como la siguiente las destinaré al equipo con el que combatían los bizantinos a finales del primer milenio. Hoy toca hablar de armaduras, dejando el resto del equipo para la semana que viene.

Gracias a placas, dípticos, mosaicos y algunos restos materiales encontrados en la actual Turquía, disponemos de un amplio conocimiento de la proteción con la que contaban los soldados bizantinos, sin contar con las descripciones que proporcionan los detallados manuales militares de la época. Existían tres tipos de coraza básicos: la cota de mallas, la armadura de escamas y la de placas.

- La armadura de placas era la predominante. Se componía de pequeñas planchas rectangulares de metal (normalmente de hierro) enlazadas en filas mediante tiras de cuero que encajaban en pequeños agujeros hechos al efecto, de forma que las placas se superponían unas sobre otras ocultando las juntas. La coraza resultante se denominaba kibanion, nombre que surge del latín clibanarius, que designaba a uno de los combatientes de caballería pesada del bajo imperio. Normalmente esta coraza se realizaba sin mangas y protegía sólo hasta la cintura, aunque se han documentado algunas variantes que incluyen protección para la parte superior de los brazos. Igualmente, se han descubierto referencias a armaduras de placas que llegaban hasta las rodillas en manuscritos del siglo XI, aunque son muy raras. Como protección para los brazos y la parte baja del cuerpo se añadían pteruges, compuestas por cintas de cuero o metal.



- La armaduras de escamas, muy parecida a la anterior aunque realizada con medallones de metal en lugar de placas, resultaba poco flexible e incómoda. Cubría el torso y se presentaba siempre sin cobertura en los brazos. La técnica de su construcción era similar a la de las placas aunque, a diferencia de las placas (en las que las filas de abajo se superponían a las de arriba) la superposición se hacía al revés, de forma que las superiores se sobreponían a las filas inferiores.

- La cota de malla se denominaba zabai, o lorikia (del latín lorica) era poco común, pese a su extensión en la zona occidental de Europa. Normalmente llegaban hasta la rodilla, y disponían de mangas hasta el codo o la muñeca, combinadas normalmente con capuchas de cota de malla para cubrir la cabeza. En ocasiones se sumaba a las armaduras de placas, llevándose debajo como protección adicional. Tal vez la escasez en su uso se debiera a las mejores condiciones sanitarias existentes en Bizancio respecto de Europa, donde el simple concepto de hospital era desconocido. Las cotas de malla, pese a lo que muchos creen, no servían como protección integral, puesto que resultaban fáciles de atravesar con la espada y no eran útiles contra mazas o martillos. Su utilidad descansaba en que resultaban una protección magnífica contra los pequeños cortes que se producen en los combates, heridas que, si bien no causaban la muerte al ser poco profundas, se infectaban con facilidad en el insalubre ambiente de la Edad Media.

- Por último, existían también coseletes de cuero, algodón prensado o lana, de hasta dos dedos de espesor y que recibían varios nombres, como epilorikion (usado por la caballería), kabadion y bambakion. Se hacían con mangas y algunos de ellos con capuchas del mismo material. Se utilizaban en solitario o en conjunción con la armadura de placas, como protección adicional contra las flechas.

Para antebrazos y parte baja de las piernas existían protecciones como grebas o brazales, tanto de metal como de cuero, aunque se llegaron a realizar también en madera. Las altas botas usadas por los soldados también aportaban algo de protección pues serían estar acolchadas por medio de un segundo forro de cuero. Para el caso de la caballería pesada se utilizaban igualmente guantes de cuero recubiertos de cota de malla.

Y eso es todo por ahora.

Un saludo