Hola a todos,
Esta semana he pensado que sería deseable dejar que el tema de la medicina en Bizancio respirara un poco, así que me voy a centrar en otra cosa.
En una entrada anterior comentaba que había adquirido un Kindle, el lector electrónico de Amazon. Ya comenté entonces que estaba encantado con él, pero la cuestión que viene al caso de esta entrada es que, desde que tengo el aparatejo, he leído más novela policíaca que histórica.
Si he de ser sincero, la novela histórica nunca entró entre mis lecturas favoritas hasta que comencé a escribir 'El ocaso de Bizancio', fue a partir de ahí cuando me entró el gusanillo. Anteriormente era la novela negra y la ciencia ficción la que llenaba mis estanterías, así que sólo he recuperado un poco mis anteriores gustos. Y, la razón final de esta entrada, es comentar que me he llevado una buena decepción.
Con todo el bombo que ha tenido la serie de Stieg Larsson, han aflorado novelas policíacas como churros, por lo que he vuelto a picar y me he leído algunos de los 'best sellers' que he encontrado, con el resultado de fiasco tras fiasco.
En primer lugar me leí un libro de Camilla Läckberg, La princesa de hielo. Muchas ediciones y, en mi opinión, un bluff. Sé que soy muy crítico con las novelas, que me revientan los giros que salen de la manga sin ton ni son y los periodistas que investigan y saben más que la policía, al igual que las pistas obvias en las que nadie repara y, de repente, a media novela se convierten en la clave del caso. Primera decepción.
Después seguí con 'Aurora Boreal', de Asa Larson, algo mejor pero, en mi opinión, uno más. Desde luego no es para sacar veinte ediciones. Seguro que si en lugar de apellidarse Larson se hubiera llamado Pérez no hubiese vendido más de 5000
El siguiente en la lista fue El observatorio, de Michael Conelly. Es parte de una serie pero, sin dudarlo, el mejor hasta el momento. No es nada del otro mundo pero al menos dispone de una trama correcta con pasos lógicos que llevan a un desenlace algo forzado pero medianamente razonable.
El cuarto fue 'Sé en lo que estás pensando', que tiene un comienzo prometedor pero luego va perdiendo fuelle y acaba con el típico psicópata de toda la vida. Otro best seller inmerecido (y lo peor es que lo he regalado...)
Y ahora estoy con 'La biblioteca de los muertos'. Buen nombre, portada atractiva, comienzo interesante (asesinatos sin ningún nexo aparente que desconciertan, y te hacen interesarte en descubrir cómo el asesino los ha planificado) y ahí acaba la cosa. Comienza a saltar en el tiempo como un código Da Vinci cualquiera y se saca de la manga un hallazgo 'mágico'. Ahí se acaba la historia, otra decepción.
En definitiva, que después de cinco libros no acabo de encontrar ninguno que me enganche. Empiezo a pensar que el problema lo tengo yo, que me he puesto el listón muy alto.
En fin, creo que volveré al género que no suele decepcionarme, el ensayo.
Un saludo
2 comentarios:
Ah, ¿ciencia ficción? No me digas.
Es bueno leer best-sellers... más que nada para intentar saber porqué lo son (aunque no le veamos ni tres pies al gato de la historia que cuenten. sirven para reflexionar)
Por lo menos te sirve para oxigenarte, y cambiar de ambiente, y alimentar la mente con nuevas ideas.
Un saludo
Hola Blas,
Coincido en la idea de leer best-sellers para hacerse una idea de las novelas que se convierten en super ventas, pero empiezo a preguntarme qué fue antes, el huevo o la gallina. Es decir, ¿hasta qué punto venden los best-seller por ser buenos y hasta qué punto es puro marketing?
Hay libros que, cuando los lees, comprendes la razón por la que han vendido un número estratosférico de ejemplares, pero en otros casos no me cabe en la cabeza a no ser que se trate de una simple operación comercial.
Aunque también puede ser cosa mía, que a todo le saco pegas.
Un saludo
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