sábado, 9 de abril de 2011

La formación médica en Bizancio

Hola a todos,

De nuevo regreso con una entrada de temática bizantina, algo que llevaba sin hacer unas cuantas semanas. En esta ocasión toca escribir sobre los estudios que debían seguir los bizantinos para convertirse en médicos, y es que resultaba necesario estudiar si uno quería vestir la túnica azul. Espero poder completarla con alguna entrada posterior sobre instrumental médico, operaciones, etc.

Sólo había dos formas de formarse como médico. La primera era colocarse como aprendiz de un físico en activo, y la segunda atendiendo a las clases de un profesor de medicina. Obviamente, el primer caso constituía la forma más accesible, pero la otra era mucho más prestigiosa, sobre todo si era en la escuela de medicina de Alejandría donde se cursaban los estudios. Sin embargo, estudiar no era nada barato, por lo que sólo los adinerados se instalaban en la ciudad del Delta (los estudios duraban cuatro años).

Se leía a Hipócrates (11 tratados del total) y Galeno (15 ó 16 tratados) explicándose los textos por parte del profesor. De Hipócrates se leían desde los principios generales o aforismos hasta las discusiones especializadas sobre las enfermedades de las mujeres. De Galeno anatomía, fisiología, diagnósticos y terapias. En época de Justiniano predominaba Galeno aunque a Hipócrates se le tenía como un iniciador. Otros grandes autores eran Alejandro de Aphrodisias, Themistio y Simplicio (de principios del siglo sexto) En el primer cuarto del siglo VI Juan Philoponus transcribió los comentarios de Ammonio a los libros uno y dos de Aristóteles (De anima). Es el mejor ejemplo de comentarios filosóficos que emplean ideas médicas. Se escribió en Alejandría y, probablemente, formaba parte de la formación médica. No se centra en los detalles, sino en los principios que se encuentran detrás de las ideas médicas. Y, al tiempo, muestra una de las grandes deficiencias de la medicina de la época: demasiada teoría y poca práctica (sobre todo poca práctica que tuviera visos de funcionar...)


El proceso de estudio era el siguiente: primero se detallaban las palabras del texto y su significado individual, siguiendo con el significado general de la frase y, por último, varias explicaciones realizadas por comentaristas anteriores y cómo decidir entre ellas.

En muchos casos los profesores no estaban ligados a la práctica, pero en otros acudían a realizar su trabajo acompañados de los alumnos, que así podían ver la medicina de primera mano. Estas lecciones prácticas se centraban en el último año de la 'carrera'.

Y eso es todo por hoy.

Un saludo

4 comentarios:

Blas Malo Poyatos dijo...

Muy interesante el artículo, Salvador.

Las jornadas HISLIBRIS han sido extraordinarias. ¿Quizás la próxima...?

Un saludo

Coriolis R. dijo...

Buenas Salvador,

supongo que gran parte del arte médico actual fue conservado y tal vez enriquecido por los médicos bizantinos.

Como comentábamos en alguna ocasión con relación a las catedrales yo, si viviera en el siglo VIII o IX, preferiría ser tratado por un médico bizantino que por un matasanos de algún joven reino o condado cristiano.

Cabría la duda de si los médicos árabes (que creo que eran bastante buenos) estuvieron a la altura.

Tal vez las epimedias de peste negra del siglo XIV marcaran un punto de inflexión. No sé hasta que punto afectaron a Bizancio (ya quedaba poco imperio, por cierto) pero a Europa la dejaron como unos zorros. Aunque, aparte de barrer a media población, supongo que también fue el final de la medicina basada en supersticiones y el preludio del renacimiento.

Saludos.

Salvador Felip dijo...

Hola Blas,

Espero que sí, que a la próxima nada me impida acudir.

Un saludo

Salvador Felip dijo...

Hola Coriolis,

Ciertamente, mucha de la experiencia médica de la antigüedad sobrevivió a través de Bizancio y de, tal y como apuntas, los árabes, los cuales recogieron la experiencia médica bizantina a raíz de su conquista de Egipto.

Por el contrario, occidente no disponía más que de barberos y matasanos, con muy escasos médicos que estuvieran versados en las teorías de Galeno o Hipócrates.

En cualquier caso, probablemente no se pueda hablar de método científico casi hasta el siglo XVIII. Lo que se observa en Bizancio, pese a todos sus avances, es que existían múltiples métodos para tratar una misma enfermedad, lo que indica que nadie se dedicó a elaborar estadísticas o a comparar resultados. Alejandro de Tralles (hermano del constructor de Santa Sofía) fue uno de los primeros que planteó la idea de que, sin importar el prestigio de quién diera una idea, si no curaba a los enfermos no valía. Pero en ese sentido no tuvo muchos seguidores. Galeno siguió siendo la piedra angular de la medicina durante otros mil años.

¡Suerte haber nacido en la época de la Seguridad Social!

Un saludo