Hola a todos,
continuando con esos apuntes que no he utilizado para la novela, aquí os dejo unas pinceladas sobre los materiales de construcción usados por los bizantinos.
LADRILLOS
El ladrillo era el material constructivo bizantino por antonomasia. Pese a que también utilizaban piedra, mármol, cemento, etc. La mayor parte de sus construcciones eran de ladrillo.
Para fabricar los ladrillos se recogía la arcilla en una cantera, después se colocaba en un hoyo poco profundo y se mezclaba con agua con un azadón o con los pies. Luego se dejaba que la arcilla se asentara durante un tiempo, desde una noche a toda una semana. La masa de arcilla se transportaba entonces en cestas a un suelo de arena donde se llenaba con ella los moldes, hechos de madera o metal (probablemente lo primero). Se trabajaba en equipo, uno traía la arcilla y otro daba forma a los ladrillos en los moldes. Se podían hacer 4000 ladrillos diarios por persona. Los ladrillos se dejaban secar unos días y luego se cocían.
Los hornos de cocción de ladrillos eran redondos con chimenea cónica y tenían dos pisos, por lo que se ponían en las laderas de las colinas por facilidad de carga y aislamiento. En el piso de abajo ardía el fuego de leña o carbón, mientras que en el de arriba se apilaban los ladrillos. Se abrían hendiduras entre ambos pisos para dejar pasar mejor el calor y el humo. El fuego tenía que durar unas 12 horas sin descanso para que el ladrillo cociera bien, luego se dejaba enfriar el horno durante una semana antes de sacar los ladrillos.
El proceso de llenado, vaciado y horneado duraba en total unas dos o tres semanas. Un horno medio tenía unos 4,2 metros de diámetro, en el que se apilaban ladrillos hasta en pilas de 10, con lo que cabían unos 5000 por hornada. Eso implica que si hacían unas 10 tandas por temporada podrían fabricar unos 50.000 ladrillos por horno.
Como ejemplo, una iglesia mediana necesitaba alrededor de 1.000.000 de ladrillos, y si tenemos en cuenta los que se rompen o se cuecen mal, harían falta unos 1.200.000, por lo que se necesitan unos 10 hornos funcionando durante 2 temporadas para hacer los ladrillos necesarios.
Normalmente, los bizantinos intercalaban hiladas de ladrillo en el hormigón para dar al macizo una ligazón transversal firme. Se ponían normalmente 5 hiladas de ladrillo cada 2-3 metros de hormigón. Entre los ladrillos se ponía un lecho de mortero del mismo espesor que el propio ladrillo. A estas hiladas se les llamaba verdugadas. Los ladrillos no tenían las superficies pulidas sino irregulares, y a veces con marcas de huellas de dedos. Eso hacía que se adhirieran mejor al mortero.
Los ladrillos se marcaban con el sello del fabricante hasta el siglo VII, luego raramente hasta desaparecer en torno al siglo XI. Sin embargo, se han encontrado pocas marcas en general fuera de Constantinopla o Tesalónica. No se marcaban todos, sino una parte, entre el 1 y el 50 % de los ladrillos.
HORMIGÓN-MORTERO-CEMENTO
El hormigón bizantino, herencia del romano, se formaba con ladrillo, grava y mortero.
El primer paso para preparar el hormigón, era realizar el mortero, que se sacaba al quemar la cal en un gran agujero, donde ardía por tres días. Luego se mezclaba con aceite de linaza y hebras de algodón hasta darle la consistencia y maleabilidad necesaria para su uso.
Se preferían cales procedentes de la cocción del mármol para hacer el mortero, pero en Constantinopla se usaban calizas menos puras. Eso hacía que pudieran endurecerse en las fosas de extinción, por lo que para apagarla se la regaba con la cantidad justa de agua para que se convirtiera en polvo. Luego el polvo se echaba en capas de 2 dedos sobre un lecho de arena o teja triturada fabricando el hormigón al amasar directamente la mezcla.
El hormigón de los bizantinos utiliza una alta proporción de una materia rojiza (teja triturada) que proporciona consistencia para los grandes espesores exigidos. Normalmente se mezclaban 7 asbestos de cal por cada 3 de teja o ladrillo triturado.
El mortero se transportaba en cajas cuadradas que se colgaban del hombro con una cuerda, y se aplicaba con una especie de llana triangular de metal. Se subía a través de andamios a mano o por medio de cuerdas.
Tal y como ocurrió en Santa Sofía, cuando el mortero se usaba en grandes cantidades el tiempo de secado era uno de los factores críticos del proceso de construcción pues tardaba semanas en secar y endurecerse correctamente.
TEJAS Y VIDRIOS
Se usaban tejas semicilíndricas y ligeramente cónicas, de unos 35-50 cm de largo y 2 o 3 cm de ancho. Se fabricaban igual que el ladrillo, sólo que había un paso intermedio. Se hacían primero planas con una forma trapezoidal y luego se curvaban sobre un cilindro de madera del tamaño correcto hasta que endurecían antes de hornear.
También se usaban planchas rectangulares de metal para los tejados, sobre todo plomo, por su abundancia y maleabilidad. Se martilleaban las juntas dobladas para unir las piezas. Además se podía adaptar la forma de las planchas a la de las cúpulas.
El vidrio se solía soplar en pequeños trozos circulares (20 cm diámetro), con el borde doblado y en el centro mayor espesor, llamado corona. Se podían hacer de colores y se insertaban en las celosías de las ventanas, pero formaban muy poca superficie del total de la ventana. También se hacían en cuadrado o triángulo, aunque con menor frecuencia.
Y eso es todo por ahora... ¡un saludo a todos!
2 comentarios:
Me encanta la entrada, porque soy del gremio. ¿Cuándo sale tu libro?
Un saludo
Hola Blas,
Me alegra saber que te guste la entrada, la semana que viene pondré algo más sobre los métodos de construcción.
Mi libro sale un poco después que el tuyo, el 10 de noviembre si todo va bien. Ya he devuelto las galeradas y enviado los mapas que van con el libro y la sinopsis, así que sólo queda la portada, que espero se haga entre septiembre y octubre.
Estoy deseando verlo en las librerías. Espero que los de Ediciones B no se sorprendan cuando cuenten con dos bombazos editoriales juntos a final de este año :)
Un saludo
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