domingo, 11 de septiembre de 2011

YARMUK 636 (III) La campaña previa a la batalla

Hola a todos,



Continuando con la batalla de Yarmuk, hoy hablaré de la campaña previa que condujo a la gran batalla, y de los movimientos de ambos ejércitos hasta llegar al combate decisivo.


Desde Julio de 634 a Septiembre de 635, las incursiones árabes se sucedieron en Siria. El primer encuentro de importancia entre bizantinos y árabes se dio en Ajnadayn, el 30 de julio de 634. La batalla, tal y como ocurre con la mayoría de combates de la época, se encuentra mezclada con varias leyendas, por lo que apenas conocemos unos pocos hechos. Lo indudable es que las bajas fueron cuantiosas por ambos bandos, y que los bizantinos fueron derrotados aunque lograron evitar el desastre. La mayoría de las unidades lograron retirarse del campo de batalla pese a que varios de los líderes del ejército fueron capturados o muertos.

Una vez derrotados los bizantinos, el camino hacia el centro de Siria quedaba expedito a los ejércitos árabes, que se adentraron en el territorio tomando las ciudades y fortalezas de Pella, Scythópolis y Tiberius, también en batallas envueltas en leyenda. Una de ellas comenta la muerte de Khalid Ibn Sa’id, líder de los árabes, que se había casado el día anterior a la batalla. Según la historia, al enterarse su mujer acudió al combate vistiendo aún el velo nupcial.

Estas historias de tipo heroico tienen en los textos que nos ha legado la historiografía árabe casi más importancia que los propios hechos, pues dichas leyendas forman el cuerpo de los relatos, teniendo que extraer la realidad a través de tan veladas historias. De hecho, es una de estas historias la que conduce a la caída de Damasco en manos de los árabes.



Tras las victorias en la zona central de Siria, los ejércitos árabes se reunieron en torno a Damasco, manteniendo su asedio durante seis meses, durante los cuales derrotaron a una columna de caballería bizantina que trataba de auxiliar la ciudad, así como las varias salidas que efectuaron los defensores, a quienes los árabes describen en sus crónicas como muy valientes. Al parecer, un tal Jonás, enfadado porque el asedio había interrumpido su boda (menuda excusa se buscó el chaval para convertirse en traidor) reveló a los árabes que el día 18 de septiembre se celebraría una fiesta religiosa con procesión en la que sólo unos pocos guardias custodiarían la muralla, con lo que los árabes pudieron tomarla por asalto. Según el relato, Jonás se encontró de nuevo con su novia, pero ésta se suicidó antes que casarse con un traidor, por lo que Jonás se convirtió al Islam y murió en Yarmuk. Doy por hecho que esta historia es más falsa que un hipopótamo verde oliva, pero es probable que se escribiera basada en algún tipo de traición real.



En Noviembre, tras la conquista de Damasco, cayó Emesa, pero cuando los árabes continuaron hacia el norte de Siria se toparon con la contraofensiva bizantina, que les expulsó hacia el sur, obligándoles a renunciar a sus nuevas conquistas, abandonando tanto Emesa como la propia Damasco. Durante tres meses, ambos ejércitos se mantuvieron frente a frente en las cercanías de Yarmuk, mientras los bizantinos trataban de comprar a los diferentes líderes árabes, sin éxito. En el momento inicial, la ventaja numérica de los bizantinos se contaba como tres o cuatro a uno, aunque es probable que fuera una exageración. En cualquier caso, el general bizantino Vahan, contaba con debilitar a su enemigo o comprarle para que abandonara voluntariamente el territorio. Sin embargo, lejos de conseguir su objetivo, concedió tres meses de cuartel que los árabes utilizaron para reforzar considerablemente su ejército con diversos contingentes de tropas, mientras que era entre los propios bizantinos donde comenzaban las disensiones, incluso con peleas entre las propias unidades.

Finalmente, dado lo fallido de su táctica hasta el momento, Vahan se dispuso a atacar.



Un saludo

6 comentarios:

Coriolis R. dijo...

Saludos,

sin ánimo de adelantarme a próximas entradas y para ir abriendo boca, ¿cual crees que fue la principal causa de la derrota bizantina?
- mala estrategia
- mala disposición táctica
- deficiencias logísticas
- calidad de las tropas
- calidad de los mandos
- poca fiabilidad de los aliados
- baja moral
- ¡todas a la vez!

Salvador Felip dijo...

Hola Coriolis,

Pues diría que todas a la vez (exceptuando deficiencias logísticas, que no aparecen realzadas en las crónicas), aunque cada una de las causas tuvo más o menos influencia.

- La estrategia fue mala porque los bizantinos actuaron como tortugas en la campaña. Contra la movilidad extrema de los árabes ellos fueron renqueando por Siria, y cuando por fin tuvieron al ejército enemigo enfrente y disponían de superioridad malgastaron el tiempo durante meses en negociar, dejando que los árabes se reforzaran (con otros 6000 hombres, muchos de ellos veteranos de otras campañas).

- La disposición táctica fue mala pues en la batalla dejaron que el terreno fuera elegido por los árabes, concediéndoles una buena posición defensiva, aunque este es probablemente el menor de sus errores. El más grave es no asegurarse un camino de retirada y permitir que unos pocos cientos de enemigos cortaran a su espalda el punto de escape. Eso convirtió la derrota en desastre.

- La calidad de las tropas, dado que los bizantinos tenían menos espíritu de combate que los árabe.

- La calidad de los mandos, para mí el factor decisivo, pues Vahan careció de imaginación, no supo romper el frente en cuatro días de combates, repitió tácticas que ya habían fallado y no fue capaz de utilizar correctamente a su caballería, mientras que los árabes, con una estrategia simple pero efectiva, utilizaron sus jinetes con maestría. Cuando los bizantinos usaron a los arqueros a caballo hicieron muchísimo daño, pero carecieron del impulso que les sobraba a los árabes. Es más, creo que si los mandos de ambos ejércitos se hubieran cambiado de bando, los bizantinos hubieran ganado la batalla.

- Poca fialidad de los aliados, a lo que yo incluiría las querellas entre los propios bizantinos, que siempre han mostrado querencia por pelearse entre ellos antes que con el enemigo.

- Baja moral, pues es difícil conservar la moral de la tropa cuando llevas cuatro días enfangado ante un enemigo inferior en número y al que no sabes derrotar.

Como tú decías en un comentario hace unos días, si todo lo haces mal lo lógico es que acabes perdiendo la batalla, la guerra y el imperio.

Un saludo

Coriolis R. dijo...

Buenas.

Yo éste lo considero el menor de los errores. O tal vez no lo fue: 'El más grave es no asegurarse un camino de retirada y permitir que unos pocos cientos de enemigos cortaran a su espalda el punto de escape. Eso convirtió la derrota en desastre.'

Tal vez, y echándole muchas agallas, un Comandante desesperado puede permitir conscientemente que el enemigo le corte la retirada para obligar a sus hombres a avanzar al no tener otra opción que abrirse paso combatiendo.

Pero esos órdagos o te conducen a una victoria épica o a una aniquilación igualmente legendaria.

Lo de pelearse entre ellos, tal vez los españoles lo hayamos heredado de los bizantinos.

Saludos

P.D.: seguro que Chuck Norris habría cambiado el resultado de la batalla ;)

Salvador Felip dijo...

Lo malo es que con Chuck Norris no hubieran ganado ni los árabes ni los bizantinos.... ¡Hubiera ganado él!

Un saludo

Coriolis R. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Coriolis R. dijo...

¡Tienes razón! No lo había pensado.
Ni siquiera habría habido supervivientes.

Saludos ;)