domingo, 4 de septiembre de 2011

YARMUK 636 (II) Los ejércitos enfrentados

Hola a todos, continuando con la entrada sobre Yarmuk, hoy toca hablar un poco sobre los ejércitos que se jugaron el destino de oriente durante aquel combate:


Bizantinos



En el siglo VII, el ejército bizantino estaba compuesto por mercenarios. En tiempos de Heraclio, gran parte de la tropa era originaria del interior del propio imperio, pero años de conflictos habían hecho mella en sus filas, por lo que se había dado un gran impulso a la alianza con pueblos ‘bárbaros’, incluidas tribus árabes y armenios. Estos aliados extranjeros formaban el núcleo de la caballería ligera.

El ejército bizantino, comandado por el propio emperador, estaba formado en su parte más básica por una unidad conocida como tagma, de 300 hombres. 10 tagmatas formaban un meros o regimiento y 3 meros formaban un ejército. Existe cierta discrepancia sobre la aparición del que se será el centro de la organización militar bizantina posterior, el thema. Hay datos que llevan a pensar en su aparición en 628 en Anatolia, aunque, de ser cierto, no sería una estructura tan desarrollada como lo fue posteriormente.

La férrea disciplina romana de antaño no había tenido continuidad en los ejércitos bizantinos de la época, mientras que el armamento y la capacidad combativa variaba mucho de unas unidades a otras. La caballería estacionada en Armenia suponía la élite del ejército de Heraclio, pero el núcleo de la tropa lo formaban lanceros a pie.




La táctica bizantina estaba fielmente reflejada en el Strategikon del emperador Mauricio, tratado que indicaba la organización de los ejércitos de la época. En ella, se especifica el ataque de la caballería, formada en grupos de Cursores en los flancos (arqueros a caballo) y un grupo de Defensores en el centro (Escoltas de los anteriores) Dado que el arco se disparaba hacia la izquierda, las tácticas de caballería buscaban flanquear al enemigo para atacarle por su derecha, cogiéndole indefenso. Respecto a la infantería, se articulaba en cuadros, rodeados por arqueros a pie y con el frente formado por lanceros con escudos cuadrangulares de casi metro y medio de alto. Los arqueros seguían aún las tácticas sirias, es decir, las primeras líneas disparaban a las patas de los caballos enemigos, mientras que los que estaban detrás lo hacían sobre los jinetes, para evitar que sus escudos pudieran proteger a hombre y montura al tiempo. Los infantes deberían llevar armadura, pero debido a la carencia de hierro que aquejaba al imperio, la mayoría sólo contaban con la protección de un yelmo y del escudo.



Árabes



No mucho se sabe de los ejércitos árabes de aquella época. Al parecer, los hombres eran reclutados de las diversas tribus, aunque la estructura y organización de la tropa no seguía esa base más que a un nivel muy básico. Por encima se creaban niveles de mando desde el amir hasta los comandantes de campo. Pese a la idea generalizada de los árabes como unidades de caballería organizadas en qatiba o escuadrones, muchos de ellos combatían a pie.

Las tácticas iniciales que emplearon los árabes fueron, probablemente, copia de las de Bizancio y el imperio Sasánida, aunque de éstos últimos les diferenciaba la insistencia de sus arqueros por preferenciar el tiro más lento y potente, como los bizantinos, en lugar de la rapidez de las descargas como en el ejército sasánida. En lo que los árabes tenían neta superioridad era en sus movimientos estratégicos. Acostumbrados a actuar sin largas colas de suministros, podían penetrar en profundidad sobre terreno enemigo o retroceder al desierto gracias a sus conocimientos de las fuentes de agua y pozos.



Las tácticas árabes en los inicios del Islam se basaban principalmente en situar a la infantería en línea en fuertes posiciones defensivas, manteniendo a la caballería en alas y retaguardia para flanquear al enemigo en cuanto se hubiese desgastado. Los infantes se protegían con grandes escudos, a tenor de las heridas que detallan las crónicas, sobre todo en parte baja de las piernas, cabeza y cuello. Dada la procedencia de las tropas, no existía un equipo unificado, aunque se tiene la certeza de que, pese a no alcanzar los estándares bizantinos o persas, los combatientes estaban bien armados.


Un saludo

4 comentarios:

Blas Malo Poyatos dijo...

Entradas siempre instructivas, Salvador. ¿Será que te ha vuelto a picar el gusanillo de Bizancio?

Un saludo

Salvador Felip dijo...

Hola Blas,

Ahí está, picoteando en mi cabeza sin querer soltarme, por mucho que le digo que le voy a dejar de lado durante un par de añitos. Pero sigue queriéndome convencer para que le haga caso...

Un saludo

Coriolis R. dijo...

Buenas.

Una pequeña disgresión.
¿Conoceis el juego de mesa Byzantium?

No sé si podré incrustar la imagen... veamos.

[img]http://cf.geekdo-images.com/images/pic103452_lg.jpg[/img]

En caso contrario el link es:

http://boardgamegeek.com/boardgame/19348/byzantium

Parece ser que puedes jugar con los bizantinos o con los árabes, y se sitúa en la época que estamos tratando.

En fin, yo me quedé en la campaña correspondiente del Age of Empires II; no tengo tiempo para más.

Saludos

Salvador Felip dijo...

Hola Coriolis,

Pues no lo conocía. La verdad es que me gustan mucho los wargames de tablero, los de toda la vida, pero de este no tenía noticia.

Bizancio no sólo ha sido olvidado en la literatura y el cine, también en los juegos. Hace un par de años vi una expansión del juego de ordenador Hearts of Iron II en el que se había añadido Bizancio como jugador, aunque no era una expansión oficial sino currada por un fan del juego. No llegué a conseguirla, así que me quedé con las ganas.

Un saludo