sábado, 19 de marzo de 2011

Lo difícil no es llegar a publicar sino mantenerse

Hola a todos,

La semana pasada comenté el tema de la novela con la que estoy liado actualmente (la del oficinista asesino) y, dado que no se trata de una novela histórica, se me ha ocurrido mientras mataba (literariamente) a una de las víctimas que la gente está bastante equivocada respecto a la publicación de novelas.

Hay dos tópicos fundamentales en la cabeza de cualquier persona desconocida a la que te presentan y le dices que eres escritor.

El primero es que, en cuanto le dices que has publicado un par de novelas te sueltan eso de:
- 'Estarás forrado ¿no?'
Pues no, la verdad es que no. No sólo no me he forrado con ambas novelas sino que juntando los beneficios de ambas ni siquiera tengo para el sueldo de un año como informático (y no es que gane un pastón como consultor)
Mucha gente piensa que publicar es una especie de puerta a la cueva de Alí-Babá, y que sacar un libro al mercado es sinónimo de lluvia de millones. Para muestra un botón: con un 10% de beneficio sobre precio de libro sin IVA (unos 2 euros por ejemplar vendido) la venta de 5000 ejemplares (1 edición completa) supone al autor la astronómica cifra de 10.000 euros. Como pueden ver, no da ni para ser mileurista. Eso sin contar con que se tardan 2 ó 3 años en escribir una novela histórica, así que esos 10k han de ser distribuidos entre esos años.
Como se puede ver, no es para forrarse.

El segundo tópico con el que te encuentras es el de:
- ¿Ya has publicado? Pues tu siguiente novela se la rifarán las editoriales ¿no?
Pues va a ser que no, que tampoco es el caso.
Y este punto es incluso más frustrante que el anterior. Resulta que después de publicar sigues sin tener nada asegurado, y cuando digo nada es nada. Lo único de lo que tienes garantía es que tu manuscrito sí se lo van a leer en tu editorial en lugar de ir al montón. Esto, aunque no es moco de pavo, tampoco es para tirar cohetes, no significa que te vayan a publicar. Si no les gusta la idea, la temática, la trama o el enfoque te dirán amablemente que verdes las han segado y que no es lo que buscan, que si puedes escribir de Filostros en lugar de Forlayos. No es que se trate de algo personal, no. Es cuestión de negocio, la editorial está para ganar dinero, y aunque tu novela te consiguiera la prez del mundo literario, si no es comercial te dicen que la publicará Rita (the singer)
Y si se te ocurre escribir algo que no vaya en la línea por la que te conoce la editorial (como le ocurre a un servidor, que se sale de la novela histórica) lo más probable es que tu novela, escrita con toda la ilusión del mundo, se quede en un cajón en espera de comenzar el famoso ciclo para intentar publicar, pero esta vez desde cero. A otras editoriales y agentes no les impresiona la publicación de un par de novelillas, por lo que tu manuscrito va directamente al montón.

Y esa es la cuestión principal que a veces me ronda la mente, que ahora estoy escribiendo una novela para la que no tengo nada seguro, y para la que, con absoluta probabilidad, tendré que comenzar una ronda de envíos a editoriales para ver si alguna se decide a publicarla.

No es éste un tema que trate de oídas. Mi novela 'República', que yo considero la mejor de las tres que he escrito, sigue en el baúl de las causas perdidas, junto a un taco de negativas de editoriales y agentes, lo cual no proporciona mucho ánimo para seguir probando fuera de la novela histórica, pero bueno, uno es cabezota y continúa inasequible al desaliento.

En fin, que seguiré con el oficinista loco hasta acabar la novela, y después Dios dirá...

Un saludo

4 comentarios:

Pedro Lapido Estran dijo...

Salvador Felip: “El Ocaso de Bizancio”
Como lector, pasé por la misma sensación, que cuando después de haber leído el “Miguel Ángel” de Giovanni Papini – un libro de sólidos fundamentos históricos – me aboqué a la lectura de “La Agonía y el Éxtasis” – Novelización de la vida del mismo genio, escrita por Irving Stone – El primero me había informado eruditamente sobre el personaje, pero el segundo: Simplemente “logró que lo amara”.
Aquí, pasa lo mismo: Yo ya conocía la historia de la caída de Bizancio, pero este libro me otorgó lo que me faltaba. Que fue, tomar respeto de su pueblo y de su último emperador, acompañar la lucha de un puñado de valientes, que superando sus propias debilidades, resisten hasta morir por aquello en lo que creen. Unos, más allá de sus propias intenciones, otros, conviviendo entre la traición y el heroísmo. Y algunos en la perenne transición de preservarse protegiendo su vida o entregarla desinteresadamente por amor.
El ejército Turco es poderoso, enorme, y logra, tras una lucha mucho más ardua de lo previsto apoderarse de Bizancio. Pero en realidad, Bizancio ya estaba vencido – vencido por la gula de los mismos pueblos Cristianos.
Salvador Felip, con suma maestría, nos sumerge en la intriga y en la mezquindad, en la debilidad y el poder, en el heroísmo y el amor. Su Novelización de la historia, brilla en su pluma, mostrándonos, más comprensible, mas tibio, más humano, a este; “El Ocaso de Bizancio”
Como lector: Mi admiración; Como escritor: Mi aplauso.
www.pedrolapidoestran.com

Salvador Felip dijo...

Hola Pedro,

Muchas gracias por tu comentario, no sabes lo que me alegra ver que te ha gustado mi primera novela.

No sabría decir por qué nos atrae tanto el drama de los vencidos, la extraña gloria que acompaña la caída cuando, pese a saber que el destino está sellado, los hombres se niegan a aceptar su sino y luchan hasta el final por un sueño inalcanzable.

El caso es que la caída de Constantinopla siempre me pareció un evento merecedor de una novela, y tan sólo espero haber contribuido un poco a hacer más conocido ese tiempo y esas personas.

Un saludo

Blas Malo Poyatos dijo...

Amén, Salvador. Publicar un primer libro es maravilloso. Publicar un segundo libro no es más fácil. Parecería que debiera ser más sencillo, pero no.

Lo digo por mí. Están evaluando mi segundo, pero por lo que me han adelantado, las editoriales ven con reticencia la acogida de Bizancio en España. Que me aspen. Creía que eran los lectores los que elegían las buenas historias.

Qué ingenuo de mí.

Un saludo

Salvador Felip dijo...

Hola Blas,

Lamento escuchar esas malas noticias. Cuando comentaste en tu blog que tu segunda novela versaba sobre el periodo iconoclasta me pareció que ibas a sudar tinta china para publicarla, pero pensé que si la trama era correcta al final pasaría el filtro. Pero parece que Bizancio sigue siendo un tema poco comercial, y las editoriales no quieren mojarse.

A mí me pasó con El sueño de Justiniano, la primera versión la editorial me la envió de vuelta a chiqueros, sólo accedieron a publicarla cuando añadí la parte de Santa Sofía que, al parecer, sí tiene más tirón comercial.

En cualquier caso, esto sólo es un pequeño tropiezo, así que ni se te ocurra tirar la toalla. Por ahora espera a la decisión definitiva, si es positiva celébralo, y si es negativa a buscar otras vías o a probar con otra historia. En definitiva, vuelta al ruedo con más ganas que antes.

Un abrazo compañero, y ánimo.