Tras darle muchas vueltas al asunto de mi siguiente novela histórica sigo sin decidirme. Resulta un poco frustrante, pero todas las alternativas tienen sus ventajas e inconvenientes y no hay ninguna por la que se incline la balanza de forma clara. Y lo peor de todo es que no sólo no descarto posibilidades sino que se van añadiendo algunas nuevas. ¡Así no hay manera!
Me he dado de plazo hasta verano para resolver el asunto. Si llega el momento y no he sido capaz de escoger una de las opciones me lo jugaré a los dados o a la carta más alta. Supongo que cualquiera pensaría que tal vez deba pedir consejo a algunos amigos, y ya lo he hecho, con el resultado neto de que... ¡a cada uno que pregunto le gusta una distinta!
Mientras tanto, para no perder el hilo de la literatura, he abierto varios frentes (como si no tuviera pocas cosas que hacer)
- Sigo buscando editorial para mi novela 'República'. Al parecer no debe ser lo suficientemente comercial para lo que se publica ahora. En cualquier caso no me rindo, está en estudio en dos editoriales. De todas formas, me estoy planteando que, si llega septiembre-octubre sin novedades, voy a subirla como e-book a Amazon. No creo que vaya a vender más de un centenar, pero siempre será mejor que circule a tenerla guardada en un cajón.
- Me liado la manta a la cabeza con un amigo y hemos realizado una propuesta en Antena 3 para una serie policiaca, de la que he escrito el primer guión. Tanto propuesta como primeros dos capítulos están ya en manos de la cadena, aunque ni mi amigo ni yo nos hacemos demasiadas ilusiones. El mundo de la televisión es una caja negra para nosotros, pero por probar que no quede. Caso de fallar como una escopeta de feria y que nos rechacen (lo que sería lo más normal) pasaré el guión a novela y a seguir probando.
- Con esto de comenzar a hacer guiones se me ocurrió un guión para una película. Aunque no lo he escrito tengo el boceto de todas las escenas. No he seguido porque estamos en lo de antes, luego no sé que hacer con el guión (además no es políticamente correcto) La alternativa está, nuevamente, en pasarlo a novela, pero tendría que ponerla a la cola.
- Pese a que últimamente no estoy escribiendo demasiado he comenzado una nueva novela en la que no tengo que investigar nada, simplemente me la invento según voy dando a la tecla. Trata de un oficinista cuarenton que se da cuenta que su vida es un asco y le da una pseudo-depresión de la que sale convirtiéndose en asesino. Es bastante truculenta, pero me mantiene activo mientras dilucido cuál será mi siguiente ladrillo histórico.
- Tras escribir un relato corto para el último concurso de Hislibris se me ocurrió que las seis hojas del relato serían un buen prólogo para una novela de espías en el París de la posguerra. Eso me indujo a cambiar el final del relato con lo que le resté credibilidad (quedándome fuera de los elegidos en el concurso) pero permitiéndome empezar con una novela que creo que podría tener un buen fundamento (como diría Arguiñano) Conclusión, he escrito casi veinte folios pero la he dejado hasta que termine la anterior (la del oficinista loco) porque soy consciente de que empezar demasiadas cosas no sirve más que para dispersarse y no acabar ninguna.
- Le he prometido a unos de mis sobrinos escribirles una historia en la que ellos sean los protagonistas. La tengo en la cabeza y he escrito un par de escenas, pero no encuentro tiempo para ello. Pero lo prometido es deuda, y antes o después tendré que sumergirme en un mundo de elfos, dragones y sobrinetes.
Y estas son sólo algunas de mis encrucijadas actuales. No sé si estoy tan despistado que voy pegando tiros a todos lo que se mueve, pero supongo que cuantas más opciones tenga más fácil será que alguno salga bien. Al final, lo único que tengo claro es que quiero dedicarme a esto, y si me quedo quieto viendo la tele seguro que no lo consigo.
La próxima semana más...
Un saludo
4 comentarios:
¡Perfecto, Salvador! Ideas que no falten, luego sólo hay que decidirse por una de ellas y listo.
Tiempo... es lo que no hay. Esta semana he fallado en mi Blog, no he podido actualizarlo (por un buen motivo, eso sí)
Dedicarnos a esto.. sería bonito. La pregunta clave: ¿se puede vivir, o malvivir, de la escritura? ¿Da para comida e hipoteca? No te creas que no lo he pensado.
Quizás esa novela del oficinista loco sea aplicable a más de uno; yo entre ellos.
Un saludo
Hola Blas,
La esperanza es lo último que se pierde, pero no veo fácil poder vivir de la literatura.
Creo que era en el blog de miserias literarias donde se exponía lo que ganaba un autor 'del montón' y no calculaba más de 18.000-20.000 euros al año por libros publicados.
El grueso de la nómina provenía de colaboraciones en revistas, cursos y cosas por el estilo.
Teniendo en cuenta que podemos sacar un par de euros por libro ¿cuánto necesitaríamos vender para igualar nuestro sueldo actual? Y, sobre todo, ¿tendremos el mismo éxito cada año? ¿Qué pasa si un libro sale mal y vendes la mitad de lo que pensabas?
Yo sigo con la ilusión de que llegue el día en que pueda dedicarme a esto pero, por ahora, lo veo chungo.
Un saludo
Hola Salvador,
sea como sea, hay que intentarlo. Dudo que a Ken Follett se le presentara un día el arcángel San Gabriel y le iluminara para que escribiera.
Ni tampoco a Pérez Reverte. Ni a Michael Crichton (D.E.P.)
El tiempo dirá.
Hola Coriolis,
En eso tienes razón, el que no lo intenta seguro que no lo consigue.
Un saludo
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