domingo, 19 de febrero de 2012

Novedades bizantinas en marzo

Hola a todos,

Los que disfrutamos con la lectura de historias ambientadas en el antiguo imperio romano de oriente estamos de enhorabuena. El próximo 28 de marzo llega a las librerías de toda España la segunda novela de Blas Malo Poyatos, El Mármara en llamas, ambientada en nuestra querida Constantinopla durante el asedio árabe de inicios del siglo VIII. Tiene muy buena pinta, así que tendré que hacer un hueco en la pila de libros para incluir uno más :)

Os dejo la portada y la sinopsis.

Un saludo



"¡Constantinopla! El 15 de agosto del año 717 la capital del Imperio bizantino despertó desesperada al descubrir a sus puertas los ejércitos triunfantes de los Omeyas. Ese día, guiadas por el general Maslamah, las fuerzas del islam inician el más severo asedio que conocerá la ciudad desde que la fundara Constantino, y hasta Hagia Sophia llegan las voces de los almuédanos desde el otro lado de la imponente triple muralla de Teodosio.


Pero el basileus León III el Isaurio no es un hombre ordinario, y con su voluntad y energía está decidido a resistir a toda costa. Sabe que el imperio depende del genio de un único hombre de oscuro pasado, Calínico, un erudito oculto al mundo y con un gran secreto, quien ignora que desde su huida de Heliópolis años atrás alguien le sigue los pasos.

La ambición de un senador por ser basilopator, padre de emperador, pondrá en peligro las esperanzas del imperio, y cuando en las enigmáticas tierras de Egipto ese secreto quede comprometido, Irene, una traductora imperial con un pasado misterioso, y Casiodoro, aprendiz de Calínico, arriesgarán sus vidas para salvaguardar ese secreto antes de que lo descubran los árabes. Sin embargo, ignoran que está en juego no sólo el destino de un imperio, sino también el de sus propias almas".

domingo, 5 de febrero de 2012

El tiempo es oro

Hola a todos,

Pues sí, el tiempo, ese bien que damos por descontado en nuestras vidas y que se muestra tan escaso y esquivo que, si se pudiera poner en una balanza, pesaría mucho más que el más preciado de los materiales.

La cuestión es que para este servidor, que trata de abrirse camino en el mundo de las letras mientras paga la hipoteca con un trabajo en el sector informático, el mayor problema para sentarme ante un ordenador y ponerme a escribir no es la falta de ideas que podrían plasmarse con mejor o peor fortuna en novelas, sino la falta de tiempo para poder ejecutar tantos proyectos como tengo en la cabeza.

El hilo de esta entrada surge de algo que me viene rondando desde hace ya muchos años, una historia. Se trata de la 'macro-historia' que, supongo, todo novelista tiene en la cabeza, esa que no puede condensarse en un solo libro, sino que necesitaría toda una serie de volúmenes para poder plasmarse en papel. Cada día vuelve a mi imaginación, modificando una escena aquí y otra allá, cambiando uno o dos detalles, dejando cada cierto tiempo una imagen que hace que me pare y me diga a mí mismo ¡vaya, lo que se me acaba de ocurrir es magnífico! Pero siempre acabo igual, diciéndome a mí mismo que esta historia jamás verá la luz, jamás saldrá de mi cabeza. Puede que luego no fuera ninguna maravilla y sólo le gustara a unos pocos, pero me entristece pensar que no tengo opción para llevarla a cabo.

La cuestión es sencilla. Una novela lleva mucho trabajo, ya hice un cálculo aproximado de lo que cuesta escribir una novela histórica: http://elocasodebizancio.blogspot.com/2010/09/es-rentable-publicar-una-novela.html así que no volveré a repetirlo, pero si tenemos en cuenta una media de una página por hora (más casi otro tanto de revisiones, correcciones, cambios, etc.), escribir un libro de 1000 hojas casi supone el trabajo de un año, dedicado a tiempo completo. Si ese tiempo lo tengo que emplear en trabajar de informático me queda 1 ó 2 horas al día (en el mejor de los casos) que puedo dedicar a escribir. Demasiado poco para lo que quiero hacer.

En fin, que comienzo a entender a Pérez-Reverte cuando comenta en las entrevistas que tiene que seleccionar muy bien lo que quiere escribir porque no le quedan más que siete u ocho novelas por delante. En mi caso soy más joven, pero aún así empiezo a pensar que hay historias que jamás llegaré a escribir, y no me resulta fácil aceptarlo. Supongo que siempre queda la opción de que me toque la lotería, aunque lo veo difícil, sobre todo porque apenas juego, y así malamente...

Bueno, no queda otra que seguir batallando, con el aliento que da el recuerdo de los éxitos ya logrados y con las esperanzas de que, algún día, nos toque la varita de la fortuna.

Un saludo