miércoles, 27 de junio de 2012

La logística bizantina

Hola a todos,

Una de las razones de la supervivencia de Bizancio a partir del siglo VII fue el cuidado que el imperio puso en la logística y la administración. Heredadas del viejo imperio romano, el sistema de carreteras, aunque reducido y degradado en comparación con la red existente siglos atrás, permanecía como uno de los valores más eficaces para la distribución de recursos, muy superior a cualquier sistema de caminos que pudiera existir en el resto de Europa.

Los recursos se recogían a través de los impuestos, tanto en dinero como en especie, dependiendo de las necesidades del ejército en cada provincia y de cuantas tropas y animales de carga debían ser mantenidos. Hay que tener en cuenta que el efecto que un ejército ejercía sobre la tierra que le sustentaba era inmenso, hasta el punto que los manuales de la época ya incidían en la necesidad de dividir las tropas a su paso por el territorio antes de concentrarlas para la batalla. Un ejército de 20.000 o 30.000 hombres se dividía normalmente en cuerpos de no más de 4.000, e incluso así, proveer cuanto se necesitaba requería un gran esfuerzo de organización. Cuando se planeaba una campaña los oficiales locales y la autoridad central se ponían de acuerdo en la cantidad de suministros que debía aportar cada territorio, ya fuera grano, carne, aceite, vino, etc. Mientras que los alimentos eran entregados por las regiones en las que transitaban los cuerpos de tropas, el equipamiento militar de reserva se podía encargar a provincias más distantes. Como ejemplo, en la preparación de una campaña en el siglo X figuran peticiones de 200.000 flechas a la región de Tesalónica, 1000 lanzas para infantería pesada a la región de Hellas y 3000 lanzas ligeras al Peloponeso.


Orden de marcha del ejército bizantino en campaña, en territorio propio y en territorio enemigo
a) Exploradores
b) Vanguardia
c1) División de caballería centro
c2) Caballería, ala derecha
c3) Caballería, ala izquierda
c4) Caballería, segunda línea
d1) Infantería, centro
d2) Infantería, ala derecha
d3) Infantería, ala izquierda
d4) Infantería, retaguardia
e) Tren de asedio
f) Retaguardia
g) Emperador y guardia imperial
h) Exploradores a los flancos



Igualmente, los manuales incidían en aligerar la carga de los ejércitos prohibiendo que los oficiales llevaran sirvientes en exceso, aunque dichas normas no siempre eran respetadas. Entre los generales existían tanto comportamientos modélicos y frugales como estilos de vida en campaña lujosos y desmedidos. Por otro lado, si era el emperador quien salía de campaña, los lujos que le acompañaban imponían una carga logística suplementaria. Ya en el siglo IX el equipaje imperial necesitaba cerca de 600 mulas para su transporte, puesto que incluía cosas tan peregrinas como un baño 'turco' portátil.

El sistema, pese a la infinita burocracia que conllevaba y que fue creciendo a medida que pasaba el tiempo, logró mantener los ejércitos de Bizancio prácticamente hasta el siglo XII. Únicamente cuando la cuarta cruzada impactó de lleno en los cimientos del imperio, perdió Bizancio la capacidad de mantener un ejército en campaña.

Un saludo

4 comentarios:

Blas Malo Poyatos dijo...

Organziación, organización... como en el chiste.

Estaban obligados a organizarse para ser eficientes, para mantener al menos el mismo número de hombres con menos recursos.

Como ahora, adelgazando la burocracia y subiendo impuestos... nada hay nuevo.

Un saludo

Salvador Felip dijo...

Hola Blas,

Je, je, afortunadamente para los bizantinos no era exactamente como en el chiste... :)

La idea es muy buena, y es una excelente respuesta a la carencia de recursos, pero salvo que uno apriete fuerte las riendas tiende a desmadrarse poco a poco y, como bien dices, ahora nosotros somos un buen ejemplo de cómo la burocracia se come un país.

Un saludo

Coriolis R. dijo...

Buenas,

una pequeña (o más bien grande) digresión para recordar que hoy, 16 de julio, se cumple el 800 aniversario de la Batalla de Las Navas de Tolosa.

Gracias a los tres Reyes de Castilla, Navarra y Aragón, el signo de la Reconquista se decantó ya casi irreversiblemente del lado cristiano, conjurando la amenaza almohade que se cernía sobre España.

Una verdadera pena que la conmemoración no haya tenido apenas respaldo institucional salvo, si no me equivoco, el Ayuntamiento de La Carolina y alguna otra institución local más.

Si fueramos norteamericanos, la batalla ya habría aparecido en varias películas y probablemente tendríamos el Navas of Tolosa's Memmorial day.

Aquí, parece que "la roja" es el punto máximo de nuestra exaltación patriótica. Y no digo que no me alegre cuando gane; pero me entristece que sea lo único que parece capaz de unirnos a los españoles del siglo XXI.

Por volver al tema de este blog, estaría bien debatir sobre qué impacto pudo tener esta victoria cristiana en Constantinopla.
Supongo que poca, pues en aquel momento estaba bajo dominio cruzado; es decir, que bastantes preocupaciones tendrían como para reparar si a miles de kilómetros de allí, las cosas iban bien, mal o regular para un ejercito cristiano.

Saludos.

Salvador Felip dijo...

Hola Coriolis,

En efecto, 800 años de una fecha histórica, en la que se logró que la Reconquista no diera un paso atrás enorme. Por primera vez en mucho tiempo los reyes cristianos se ponen de acuerdo para combatir al enemigo común, logrando derrotar la invasión que a punto estuvo de recuperar la Península para el Islam.

Como comentas, en Constantinopla estaban demasiado ocupados saqueando el imperio bizantino como para ocuparse de algo así. Creo que más repercusión tuvo la derrota del rey de Aragón un año después en el sur de Francia ante los cruzados. Eso selló el destino de los cátaros y la pérdida del territorio al norte de los Pirineos, excepto el Rosellón, que aún permanecería en nuestras manos unos siglos más.

Un saludo