lunes, 29 de agosto de 2011

Yarmuk 636 DC

Hola a todos,


 
Para las próximas semanas, quiero realizar una disección de la batalla que marcó el final de Bizancio como potencia dominante del Mediterráneo y su sustitución por el Islam: Yarmuk. Siempre me ha intrigado cómo fue posible que las tribus árabes, recién unificadas durante la década anterior, fueran capaces de derrotar tan fulminantemente al mayor imperio de la zona. Como todo, este enigma tiene su explicación, y trataremos de verla a lo largo de las próximas entradas.

 
ANTECEDENTES

 
Durante la década que va desde el año 620 al 630 la evolución que se observa sobre el papel en los futuros contendientes no presagia en absoluto cómo será el final de la pugna. Bizancio, tras la fulgurante campaña de Heraclio y su recomposición de su maltrecho ejército, culminó en 627 su victoria sobre el imperio persa, recuperando todo el territorio perdido ante el avance de los sasánidas. Por el contrario, el Islam apenas comenzaba su andadura, en mitad de un territorio con escasos recursos y enfangado en luchas tribales y desunión. Todo eso cambiaría en apenas quince años.

 
 
 
Pese a la aparente solidez que otorgaba a Bizancio la inmensidad de sus dominios y la continuidad histórica de su herencia romana, tres grandes hechos, a priori desapercibidos, inclinarían fatalmente el fiel de la balanza en su contra.

 
  • El primero fue la destrucción de los Gasánidas, los aliados naturales de Bizancio por parte de los persas. Expertos en la lucha a caballo contra enemigos móviles, eran ellos la mejor arma con la que Bizancio hubiera contado para frenar la acometida árabe.
  • El desgaste de Bizancio. Pese a las victoriosas campañas de Heraclio, el ejército bizantino había sido despedazado por la invasión persa, desintegrándose hasta el punto de perder su fuerza combativa. El nuevo emperador tuvo, básicamente, que empezar de cero, por lo que el ejército que tendría que hacer frente a los árabes, pese a su victoriosa campaña contra Persia, era una formación joven. Por otro lado, su despliegue estaba precisamente orientado contra el imperio sasánida, sin que el flanco abierto al Islam fuera objeto de vigilancia.
  • Por último, Siria, que pese a ser parte del imperio y cristiana, mantenía una herencia semita alejada de la helenización que dominaba la zona norte de Bizancio. Su religión se diferenciaba abiertamente de la ortodoxia, dado que sus habitantes eran mayoritariamente monofisitas, así como judíos o samaritanos, todos ellos perseguidos duramente por la jerarquía imperial.

 
Cada uno de estos factores por separado hubiera podido ser salvable, pero todos juntos eran un cóctel que sólo necesitaba una pequeña llama para encenderse y provocar un incendio que cambiaría para siempre el destino del Mediterráneo.

 
Y este es el marco en el que se desarrollará la historia. En próximas entradas descubriremos a ambos ejércitos, la campaña que emprendieron y la batalla que destruyó un imperio, creando otro nuevo de sus cenizas.

 

  
Un saludo

 

sábado, 20 de agosto de 2011

Más cambios

Hola a todos,

Pues eso, que he decidido cambiar de tercio (una vez más) Tras el abandono de la historia que comencé en verano tenía pensado comenzar a escribir una novela policíaca, en base a un guión que tengo escrito. Sin embargo, tras darle una segunda lectura no me ha acabado de convencer. Como guión está bien, pero como novela se queda algo floja, y el tema es bastante manido, por lo que la voy a meter en el cajón.

En su lugar, voy a comenzar con una historia totalmente nueva. Se me ha ocurrido una buena idea respecto a la base, y ya tengo los personajes principales en mente. Ahora 'sólo' me falta elaborar la trama (ahí es nada...) y cuando lo tenga claro comienzo. Espero poder hacerlo en un par de semanas.

Lo malo es que me he pasado todo el mes sin escribir, y no puedo evitar que me invada la sensación de que estoy desperdiciando el tiempo. Tengo tantas cosas que escribir que creo que me estoy aturullando y al final no acabo de comenzar con nada. Espero que esta agonía acabe pronto y vuelva enseguida a sentarme ante el ordenador.

Hay que ver, unos con crisis creativa porque no tienen ideas y a mí va a pasarme justamente lo contrario, que tengo demasiadas...

Un saludo

lunes, 8 de agosto de 2011

De vuelta en Madrid

Hola a todos,


Para mi desgracia, he finalizado las vacaciones. Hay que ver lo rápido que pasa un mes, creo que las próximas vacaciones las pasaré en el curro, a ver si así pasan más despacio...

En fin, el caso es que ya estoy de vuelta en Madrid, poniéndome al día de lo que ha ocurrido durante mi ausencia y, afortunadamente, todo sigue más o menos igual, con la ventaja de estar en jornada intensiva, por lo que me quedan las tardes para poder consolarme del regreso al mundo laboral y comenzar de nuevo a escribir.

Estas vacaciones han sido bastante fecundas en el terreno literario. Acabé finalmente mi novela sobre el contable-asesino, por lo que he comenzado la ronda de envíos a amigos y familiares para que hagan una primera lectura y critiquen todo lo criticable. Después haré las correciones oportunas y la enviaré a mi editorial.

No tengo muchas esperanzas de editarla en Ediciones B, dado que no se trata de novela histórica y tampoco encaja con facilidad en ninguna de sus líneas actuales, por lo que tendré que buscar otra editorial o, con más probabilidad, un agente. Ya os iré comentando.

Finalizada esa novela comencé con la siguiente, una historia sobre un asalto a un banco que no es lo que parece. He escrito bastante, unos 30 folios. Sin embargo, no me estaba gustando nada de nada. La trama es buena y la idea está bastante bien, pero el desarrollo no me acababa de convencer. Demasiado rápido, demasiado facilón. No sabría cómo contarlo, pero el caso es que no me sentía cómodo, así que la he dejado en suspenso.

La verdad es que esto echa por tierra mi planificación literaria, pero tampoco es problema. Esta semana comenzaré con otra cosa, una novela policíaca, transformando un guión que escribí en su momento. Creo que puedo hacerlo en unos meses.

También he comenzado a investigar sobre mi próxima novela histórica y, la verdad, pese a que me he leído unos cuantos libros sobre el tema, me estoy dando cuenta de que me espera una aventura de proporciones épicas. Espero que luego responda a las expectativas y consiga enhebrar un buen relato, porque la historia lo merece.

Además, y para continuar con esa extraña necesidad que tengo para complicarme las cosas, se me han ocurrido un par de ideas nuevas. La primera es una historia corta sobre una batalla, mientras que la segunda es una novela al estilo Dumas, es decir, por capítulos semanales. Se trataría de una historia bélica ambientada en el presente para la web de un amigo. Lo malo es que no he trabajado nunca con plazos tan estrictos, por lo que antes de comprometerme quiero tener un guión y comenzar a escribirla, a ver si realmente puedo cumplir o no.

Y eso es todo por ahora. En fin, muchos proyectos y poco tiempo, como siempre. Veremos en qué acaba la cosa.

Un saludo